Hoy, cuando iba andando por la calle, me he encontrado una pirata, yo siempre he pensado que las piratas no existían, que eran los piratas los que robaban tesoros y asaltaban barcos, de esos que tienes calaveras dibujadas en las velas, con pinta de estar muertos.
Era alegre a la vista, y se me ocurrió preguntarle su nombre.
Me dijo que se llamaba Felicidad, cosa que se me hizo muy raro, ¿como una pirata se podía llamar Felicidad? En todo caso Gloria, Zaira, Maria Luisa o Paola, pero ¿Felicidad?
Era de piel muy morena, como una chica negra, tenia aires de superioridad, con unos cabellos largos que se le extendian por la espalda, de color castaño, pero lo que mas me chocó era su manera de hablar, su simpatia, como me dirigía la palabra…
Tuvimos una conversación muy larga, y cuando ya me iba a despedir de ella, me propuso algo, algo que me fascinó. Quería que me encaminara en su vida de pirata, a vivir nuevas experiencias, recorrer océanos y mares, encontrar mas tesoros, y yo encantado acepté.
Pasado un tiempo me di cuenta el por que de su nombre, Felicidad, era lo que sentía cuando pensaba en ella, cuando iba con ella, cuando pasaba más y más momentos a su lado, y le doy gracias por obsequiarme con este regalo, mil gracias mi dulce Piratona, siempre navegaré de tu mano en esta vida, la vida pirata, la vida mejor. (L)
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